El 2018 quedará registrado en la historia como el año en que Indonesia fue golpeada por la naturaleza, se inició el éxodo en Venezuela y Honduras, los hermanos Castro por fin pasaron el poder en Cuba, la primera cumbre entre un presidente estadounidense y un líder norcoreano desde la guerra de 1950-53 y el de la paz entre Etiopía y Eritrea.
Indonesia ha registrado este año tres fenómenos naturales de efectos devastadores. En julio, la isla de Lombok sufrió un terremoto de magnitud de 6,4 que dejó más de veinte víctimas y en la misma Isla en agosto se registró otro temblor de 6,9 de magnitud, y se saldó con más de 500 muertos y 2.000 heridos. En septiembre un terremoto de 7,3 de magnitud, con réplicas potentes, sacudió la isla de Célebes, golpeando la ciudad de Palu. El sismo ocasionó un tsunami y liqüefacción de suelos, que se tragó literalmente algunas zonas pobladas. La tragedia se saldó unos 2.100 muertos y 80.000 desplazados. El 22 de diciembre el volcán Anak Krakatoa entró en erupción que provocó un corrimiento de tierra en el suelo marino que a su vez desencadenó un tsunami, del que las autoridades no pudieron alertar. Por el momento se contabilizan más de 500 muertos y más de 1.000 heridos.
Migraciones en Venezuela y Centroamérica
La caida internacional del precio del petróleo, sumado a la dependencia de importaciones y corrupción han ocasionado desabastecimiento, desempleo e inflación. En ese contexto más de tres millones de venezolanos han abandonado su país. La mayoría lo han hecho a pie cruzando las fronteras de Colombia y Brasil. Algunos continuaron hasta Ecuador, Perú o Chile; siendo esta la mayor migración de América Latina.
En Octubre casi 1.300 personas salieron de la ciudad hondureña de San Pedro Sula rumbo a Estados Unidos. A su paso por Honduras, Guatemala y México se sumaron otras hasta conformar una gran caravana de migrantes nunca vista en la región. Los expertos hablan de una nueva dinámica migratoria que consiste en viajar en grupo para evitar los peligros del camino. Donald Trump ha ordenado un despliegue militar en la frontera sur para frenar lo que considera una «invasión». Sin embargo, la ONU y las ONG subrayan que la única forma de combatir el éxodo centroamericano es atajar sus causas profundas: la pobreza extrema, la violencia descontrolada y los estragos alimentarios del cambio climático. México, donde la caravana se ha quedado varada, pide un Plan Marshall para la región.
Acuerdo de Paz entre Etiopía y Eritrea
En tres meses el nuevo primer ministro etíope, Abiy Ahmed, logró algo que parecía imposible desde dos décadas: la paz con su vecina Eritrea. Los dos países se enfrentaron en una guerra que dejó unos 80.000 muertos y a la que se puso fin con el Acuerdo de Argel, que delimitaba la frontera y que Etiopía no acató.
En un giro respecto a sus antecesores, Abiy decidió respetar el acuerdo y, tras tender una mano al presidente eritreo, Isaias Afewerki, la paz entre los dos países quedó sellada con la histórica visita de este último a Adís Abeba el 9 de julio. Desde entonces, los dos países han restablecido relaciones diplomáticas, reabierto embajadas y fronteras; en los últimos días Etiopía ha comenzado la retirada de sus tropas apostadas en la linde con el país vecino.
Cumbre entre Trump y Kim
El 12 de junio, Donald Trump y Kim Jong Un se reúnieron en una cumbre en Singapur y firmaron un documento en el que el líder norcoreano se compromete a una «desnuclearización completa de la península de Corea».
En febrero, las dos Coreas habían abierto la vía a una reanudación de las relaciones diplomáticas, al permitir que una delegación del Norte acudiera a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeonchang-2018, celebrados en el Sur. En abril, Pyongyang anuncia el fin de los ensayos nucleares y de las pruebas de misiles intercontinentales. Pero las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano no parecen avanzar.