Finaliza el 2014, un año donde se pusieron a prueba las democracias.
Las protestas en Ucrania fueron surgiendo de a poco. Primero fue la negativa del entonces Presidente Viktor Yanukóvich a firmar un acuerdo de Asociación con la Unión Europea luego de meses de encaminadas negociaciones, y que fue reemplazada por un mayor acercamiento con Rusia y su líder, Vladimir Putin.
El conflicto volvió a tener un giro cuando en marzo, los habitantes de la capital de Crimea, en Ucrania, votaron un rotundo Sí para unirse a la Federación Rusa, luego que Rusia la anexara de facto, aprovechando el desorden de su vecino.
A mediados de febrero la efervescencia social ya se había tomado otro país: Venezuela, en donde los manifestantes comenzaron a amenazar la continuidad del chavismo y la actual presidencia de Nicolás Maduro. El malestar por la inseguridad, el desabastecimiento y la censura fueron los principales motivos para que las personas salieran a la calle. Los estudiantes y los líderes de oposición como Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski, fueron los principales íconos de las protestas.
Secuestros en Nigería.
En abril, 276 niñas nigerianas fueron despertadas en la mitad de la noche y secuestrada por un grupo terrorista llamado Boko Haram. Un grupo de carácter islamista y obsesionado por establecer la Sharia como norma vigente en Nigería. La noticia fue altamente difundida por la campaña #BringBackOurGirls que se tomó las redes sociales y de la que participaron políticos y farándula. Sin embargo, tras meses de negociación, poco se ha podido hacer para recuperar a estas niñas. Lamentablemente la organización terrorista hace volvió a ser noticia con el secuestro de 185 mujeres y niños en el pueblo de Gumusuri, al noreste de Nigeria.
El Estado Islámico (ISIS).
En junio el grupo jihadista Estado Islámico (también llamado ISIS) comenzó a tomar control de una gran área en el norte de Irak y también en el nordeste de Siria.Tiempo más tarde, el Estado Islámico horrorizó al mundo cuando envió su «mensaje para América», donde mostraba la decapitación del periodista norteamericano James Foley, la que solo sería la primera de muchas. La brutalidad del grupo y su rápida expansión le ganó enemigos no solo en el mundo occidental, sino también entre los países árabes, los que se aliaron para derrotarlos, destruyendo su principal fuente de ingresos, la extracción de petróleo. Desde entonces, su avance se ha visto muy reducido.
En septiembre la ciudad de Hong Kong fue invadida de paraguas, el objeto elegido por los manifestantes que se concentraron en las calles, para repeler las cargas policiales y los gases lacrimógenos. Todos ellos exigían una verdadera democracia al gobierno chino y hasta hoy su lucha no ha terminado, destacando una app que ayudó a los manifestantes a comunicarse pese a la censura imperante.
El 18 de septiembre, los escoceses acudieron a las urnas para decidir si seguían siendo parte del Reino Unido o no. La opción por seguir siendo parte de este país ganó. Sin embargo, no fueron los únicos en buscar la independencia. La comunidad autónoma de Cataluña votó en una consulta simbólica respecto a su independencia. Un 80% manifestó la voluntad de que la región se separe de España.
